31-05-07
Querido diario:
Hasta ahora había pensado que cuando tuviera que tomar una decisión sería buena idea pedir opinión a varias personas y después tomar mi propia disposición. Parece una medida acertada pero he descubierto que no lo es tanto.
Ayer tarde tenía que decidir, por fin, la camisa que iba a llevar a la comunión, y me llevé a mi novia a casa para que me ayudara. Cuando ya teníamos decidido que me pondría una camisa blanca de vestir, con unos vaqueros de estos “fashion”, la cazadora que me ha regalado mi novia y unos zapatos negros de piel de cocodrilo. También pensaba llevar un cinturón rojo a juego con una corbata que llevaría atada de manera desenfadada.
Pues no. La corbata no le gustaba a mi novia, la camisa no le convencía a mi madre y los pantalones no le parecían adecuados a mi hermana. Bueno, pensé, pues voy con los zapatos y a tomar por culo, pero me di cuenta de que me hacían algo de daño, y para ir sufriendo…
Es decir, que a dos días vista del acontecimiento no tengo ropa para ir, y cuando pensaba que ya había terminado, vuelve con más fuerza el “carrusel de las compras”.
En el trabajo ocurre algo parecido. Nos pasamos el día discutiendo sobre las cosas más simples, y aunque eso hace que se nos pase la jornada más rápidamente, a veces nos calentamos demasiado. El problema es que cada uno tiene su punto de vista, y que no escucha el de los demás, o si lo hace, realmente no quiere entender que la otra persona no trata de convencerte, sino simplemente de explicarte lo que piensa, lo que siente, o sus experiencias. Y en eso reside la riqueza de las conversaciones, el aprender de las experiencias de los demás e intentar ver desde otro punto de vista las tuyas. Si el Ser Humano no hubiera aprendido a hablar, probablemente estaríamos aún en los árboles.
Ahora solo falta que aprendamos a escuchar…
jueves, 31 de mayo de 2007
De cada mente una opinión.
miércoles, 30 de mayo de 2007
Un Eunuco Metrosexual
30-05-07
Querido diario:
Este sábado estoy invitado a la comunión del primo de mi novia, y claro, llevamos ya varias semanas con los preparativos, que si el regalo, que si ropa para mi cuñada, para mi novia, para mí, zapatos, complementos, ya sabes, tres semanas seguidas de maratón de compras. Y ahora toca la otra parte, el cuidado personal.
Tengo cita para la peluquería el sábado, pero hoy ya hemos pasado mi churri y yo por otro suplicio. La depilación. Claro, ella va monísima con una falda preciosa de Adolfo Domínguez, de cocktail, hasta media pierna, con una blusita de tirantes finos atados al cuello y, evidentemente, hay que depilar piernas, axilas y… cejas. Y ahí es donde entro yo pues me he decidido a arreglarme yo también, pues, aunque la cita es en un pueblo, no hay que comportarse como la fauna local.
Y ahí me tienes, Querido diario, tumbado en una camilla, mirando al cielo mientras una sádica mujer decidía como me tenía que torturar. Me ha hecho la cera, y después ha terminado su fino trabajo con una pequeña herramienta del terror que creo ha llamado “pinzas”, regocijándose en su trabajo y seleccionando aquellos pelillos que se atrevían a salirse del redil para tirar de ellos con saña, que no maña. Yo soportaba cada envestida como podía, pero ella se daba cuenta de mi sufrimiento por las pequeñas gotas de sudor frio que cubrían mi frente sin poder yo remediarlo y por las profundas marcas que han dejado mis dedos en la camilla, amén de las lágrimas que resbalaban por mis mejillas. Pero oye, ni un gemido, ni un lamento ni un pequeño grito de dolor he dejado yo escapar por mi boca pues tenía a mi novia al lado sonriendo, maliciosamente, mientras me veía resistir como un auténtico jabato.
Y mientras tanto, yo pensaba que, en todo caso, si ese niño no es nada mío y he gastado tiempo, dinero, suelas de zapato y ahora endorfinas para celebrar algo en lo que de todas formas, encima ni creo, no pasaría nada si salía corriendo de la sala gritando como una loca y cogiendo las de villa-Ziego tan deprisa como pudiera. Pero he aguantado y por ello puedes felicitarme, mi querido diario.
En fin, siempre me queda el consuelo de que el sábado seré recompensado cuando me vea al lado de mi extraordinariamente preciosa acompañante y toda su familia, en petit comité, comente lo impresionantemente guapos que vamos los dos. Prometo fotos.
martes, 29 de mayo de 2007
Nunca dejes de otear el horizonte
29-05-07
Querido diario:
Este si es un buen consejo ¡Pardiéz! Mira siempre hacia adelante, hacia el futuro. Prevé lo que puede venir y espera siempre, busca siempre. No te acomodes en el presente porque entonces estarás sin rumbo, sin poder fijarte en esa brújula mágica que siempre señala hacia donde quieres ir, hacia lo que más deseas.
Es el consejo que le da Will Turner a su esposa, Elisabeth, al final de la última entrega de Piratas del Caribe, cuando él la abandona para ser el capitán del “Holandés errante” y hacerse cargo de su destino. Parece mentira que venga de un hombre sin corazón, porque encierra una gran sabiduría y a la vez un gran sentimiento.
Si aprendes a mirar hacia adelante te darás cuenta de que la mayoría de los problemas que te azotan son solucionables a corto plazo y que te queda toda la vida por delante.
Me gusta el cine, y no me importa ver, de vez en cuando, una película meramente comercial, como esta saga, aunque no negaré que he ido a verla con desconfianza. Sin embargo, me he sentido gratamente sorprendido por esta película, pues lejos de aburrirme como en la segunda parte, esta cinta me ha sorprendido, emocionado, y divertido y creo que es una de las mejores películas que he visto en mucho tiempo. He tenido momentos de confusión, algo que no conseguía una película desde hace años, con unos giros inesperados y tremendamente ingeniosos, momentos de maravilloso placer visual, como la escena de la destrucción del “Endeavour”, y acción trepidante que me ha dejado pegado en el asiento como la batalla entre “La perla negra” y el “Holandés errante”. Un Barbosa impresionante, un Jack Sparrow más ingenioso y loco que nunca, Un William Turner maduro y sacrificado, y una Elisabeth Swann, con un carácter arrollador que la convierte en reina de los piratas. En fin una película que me compraré en original.
lunes, 28 de mayo de 2007
El valor de mi tiempo.
28-05-07
Querido diario:
Me he dado cuenta de que mi tiempo no tiene valor. O por lo menos no soy yo el que decide que valor tiene. Es una persona extraña, que no me conoce ni a la que conozco la que ha resuelto que los sábados no tengo nada interesante que hacer (que le interese al él quiero decir) y que tengo que ir a trabajar por 10 euros la hora. Eso es lo que vale un sábado a la mañana, 60 Euros. Y no importa si tengo algún acto familiar o unos recados que hacer o simplemente me apetece dormir, lo que importa es que el se ha comprometido a que tenga que haber alguien y ese alguien soy yo. Tengo entendido que las horas extras deberían ser, por lo menos, voluntarias, y así es en el caso de varios de mis compañeros, que van a trabajar porque les interesa ganar esos 60 euros, pero no en el mío, que no tengo ganas de venir ni me apetece estar un minuto mas del necesario en mi puesto de trabajo.
El hecho de tener que trabajar el sábado por la mañana hace que pierda una noche de distensión, una oportunidad de estar con mis amistades, de charlar de cosas que me hagan olvidar el trabajo, y acorta tremendamente mi fin de semana. El lunes estoy mas cansado, mas difuso, rindo menos, pero da lo mismo, porque a un iluminado se le ha ocurrido que es él quien maneja mi tiempo y mi existencia, a su antojo.
Tengo la sensación de que se me niega el derecho de coger las riendas de mi vida, impidiéndoseme decidir por mi mismo en que quiero invertir mi tiempo, por el mero echo de tener que trabajar para malvivir.
Puedes pensar, Querido diario, que esto no es cierto, que en cualquier momento puedo decidir irme, cambiar de trabajo, y tomar las riendas, y tal vez tengas razón, pero esa es una decisión que no se puede tomar a la ligera, máxime cuando no es una medida que me implique sólo a mi.
Por lo tanto, no me queda otra solución que aguantar, callar y prostituir mi tiempo, por lo menos hasta que la situación sea mas apropiada para, de un plumazo, devolver a quien no me respeta, su merecido.
domingo, 27 de mayo de 2007
El factor diferencial
27-05-07
Querido diario:
Siempre me ha gustado fijarme en la gente y en su comportamiento, no sé si porque soy un poco voyeur o simplemente, un sociólogo frustrado. El caso es que disfruto de las conductas del llamado “animal humano”. Y sobre todo me gusta fijarme en la juventud, que está a medio camino entre el adulto responsable y el más caprichoso de los impúberes. Muchas veces nos rasgamos las vestiduras y gritamos al viento, hablando de nuestras libertades, y nuestro derecho al disfrute, al fin y al cabo, nunca seremos tan jóvenes como hoy. Pero las conductas que puedes ver un sábado a la noche dejan en muy mala posición al joven, sobre todo al joven macho. Grupos de jóvenes que se dedican, en la calle y a altas horas de la noche, a cantar gritando, golpear vallas de metal cual tambores u orinar en los portales. Nos estamos quejando de que la directiva europea obliga a cerrar los bares y pubs a la una y media de la noche, pero no nos paramos a pensar que la culpa es nuestra, que nos comportamos como verdaderos energúmenos. Mientras no consigamos pensar en los vecinos y respetar a los demás, tenemos muy crudo que se nos respete nuestro tiempo de “ocio”.
Por otro lado, hoy quería cavilar sobre otro proceder del joven macho. El ligue. Me he dado cuenta de que el joven generalmente no sabe acercarse al género femenino. Y ya no es que ellas sean duras, bordes o difíciles, al fin y al cabo es un modo de protección que han ido adquiriendo tras años de acoso y derribo. He visto grupos de tíos atacar a otra cuadrilla de chicas de manera individual, como el jaguar, o colectiva, como el lobo, pero siempre con el mismo resultado. No consiste en “atacar”, sino en seducir. Por eso hablo del factor diferencial. A veces, sin saber por qué, un individuo lo tiene. No será un chico alto, ni guapo, ni demasiado simpático, pero conseguirá su objetivo, simplemente con labia, respeto y saber estar. Una mirada, un gesto tranquilo y sin agresividad, un comentario afortunado basado en la observación, hará que la chica en cuestión no te vea como una amenaza, y por lo tanto baje las defensas. Y es ahí donde comienza a actuar el arte de la seducción. Primero, una conversación interesante pero superficial, no demasiado profunda, que sea divertida e intrascendente, al fin y al cabo, estas de marcha y quieres pasarlo bien. Nunca intervengas cuando tu objetivo esté hablando con las amigas, porque seguro que le interesa más que lo que tú le vayas a contar. Intenta llamar su atención con miradas, sonrisas, algún gesto…. Si le interesa hablar contigo, te lo hará saber. Recuerda, ser simpático no es decir chistes todo el rato, es conseguir que a la otra persona le interese lo que dices. Y sobre todo, no tengas prisa, tu objetivo no debe ser llevártela a la cama esa noche, al fin y al cabo, no sabes en qué situación se encuentra, y siempre es mejor tener una amiga receptiva que no un rechazo por haber ido demasiado rápido. Y de todas formas, si a ella le interesa pasar a algo más caliente, te lo dirá claramente.
En fin, querido diario, que es una lástima que cuando eres joven y puedes disfrutar de las relaciones no sepas hacerlo, y cuando ya tienes suficiente experiencia como para destacar, ya se haya pasado el momento.
sábado, 26 de mayo de 2007
Incremento de la natalidad
26-05-07
Querido diario:
Ayer cené con Lambruzo. Hacía mucho tiempo ya que no le veía y me lleve una grata sorpresa al ver a su hijo. La última vez que le vi estaba ingresado en el hospital, afectado de uno de esos virus incontrolables que nos azotan. El pobre niño había perdido más de la mitad de su peso, y al ser tan chiquitín, unos 5 meses, parecía una raspilla de pescado. Pero anoche cuando le vi, el niño estaba totalmente recuperado, y estaba sanote, rechoncho y sonrosado.
Me encantan los niños, y al ver que los amigos de mi edad e incluso mis hermanas pequeñas ya empiezan a casarse y tener hijos me siento algo…anacrónico, esto es, fuera de mi espacio y de mi tiempo.
Bien, se que la culpa la tengo yo, pues me gustan la chicas jóvenes y me he buscado una novia a la que llevo 5 años, y que aún no está pensando seriamente en la maternidad. Incluso no creo que yo ahora mismo esté preparado para pelear por una criatura, cuando tengo que pelear cada día para que no me echen del trabajo. Pero cuando veo a mi sobrino, o a los niños de mis amigos, hay algo dentro de mí, que me hace pensar en cómo sería cuidar, proteger y educar a una criatura que viene de mí y de dentro de la persona que más quiero.
Creo que la paternidad es uno de los momentos mas importantes de la vida, y que nos preparamos toda la vida para poder dar a nuestros hijos un pedazo de nuestra alma, al educarlos, forjarlos y sobre todo quererlos.
Y te prometo, Querido diario, que cuando dentro de unos años mi vida esté aposentada y tranquila, y por fin nos decidamos a ser padres, ese niño será el más querido del mundo.
viernes, 25 de mayo de 2007
La historia de John Smith.
25-05-07
“John Smith vivía en un pequeño pueblo de la costa irlandesa, dedicándose, como tantos de sus compañeros a la pesca, y a beber Guinnes después de trabajar. Pero John no era feliz. Sentía ese tipo de melancolía del hombre que sabe que no se encuentra donde debe, y creía que nada le llenaba y se sentía pobre, solo y desamparado. Un día decidió pedir consulta al consejo de ancianos y estos le comentaron que lo único que podía ayudarle era subir a la montaña de Möhn para pedir ayuda al propio Dios.
Tras pensárselo detenidamente John decidió subir a la montaña sagrada a consultar su problema con Dios y despidiéndose de su familia y conocidos comenzó el viaje en busca de su felicidad.
Era el anochecer de la tercera jornada de viaje cuando John llegó al bosque de Greentrees, y decidió hacer noche en algún descampado. Buscando el mejor sitio para dormir, John vio fugazmente algo que le alteró. Fijándose un poco mas se dio cuenta de que unos ojos rojos y brillantes le observaban. Asustado, John comenzó a correr sin mirar atrás pero tan alocadamente que tropezó con unas raíces secas y cayó. Al levantar la mirada lo que vio fue un viejo y famélico lobo, tan delgado que se veía el bosque a través de su piel.
-Donde te diriges en una noche tan oscura. Dijo el lobo.
- A la montaña sagrada de Möhn, a ver a dios, para pedirle consejo.
El lobo le miró profunda y gravemente, como solo los lobos saben mirar, y tras pensarlo gravemente le dijo.
-Mírame, estoy viejo y enfermo y no consigo curarme. Si llegas a la montaña. Por favor, pide a Dios por mí.
-Eso haré. Contestó John.
Tras esto el lobo se alejó dando traspiés y se introdujo en la espesura del bosque.
Mas tranquilo John se levantó y fue en ese momento cuando vio dónde había tropezado. Eran las raíces de un antiguo y grandioso sauce, que se veía seco y moribundo. John lo miró apesadumbrado y triste por su suerte, y entonces el viejo árbol le habló.
-He oído que vas a la montaña sagrada a hablar con dios ¿verdad?
-así es, contestó John.
-Por favor, si lo consigues, pide por mi, ya que no se porque desde hace algún tiempo mis raíces no son capaces de agarrarse a la tierra, y me estoy secando.
-así lo haré Viejo Sauce. Contestó John.
Y entonces John prosiguió con su largo viaje. A los 5 días de caminata, sin agua ni comida, y con un gran cansancio acumulado John cayó sin conocimiento.
Lo primero que vio al despertar fueron los impresionantes ojos verdes de una bellísima mujer pelirroja de los que John cayó enamorado al instante. Tres semanas pasó John en la cabaña de la hermosa dama recuperándose y durante ese tiempo, el amor que sentía fue creciendo y creciendo. A pesar de ello el séptimo día de la tercera semana John decidió seguir con su viaje a la montaña sagrada de Möhn a hablar con Dios y pedirle consejo. Antes de irse, Shera, la mujer pelirroja le rogó a John que pidiera a Dios por ella pues no sabía porque se sentía sola y desgraciada en ese bosque.
Y así partió y andando durante 5 semanas más consiguió alcanzar la cima de la montaña de Dios y allí lo encontró, sentado en la gran piedra rúnica de la sabiduría. Se acercó con temor y respeto a Dios y se arrodilló ante Él recitando la antigua plegaria.
Entonces Dios, habló, y con su voz de trueno dijo.
-John, has hecho un largo viaje para hacerme una pregunta, házmela pues, aunque ya se cual será.
-Oh, buen Dios, dime, por favor, cual es el secreto de la felicidad.
- John, escucha atentamente porque este es el secreto mejor guardado, y medita en lo que te voy a decir. El secreto de la felicidad es BUSCARLA.
John quedo asombrado por la profundidad y a la vez la simpleza del pensamiento de Dios y entendió que su misión en la vida era buscar aquello que le iba a hacer feliz.
-Muchas gracias Padre, dijo John, y tal como había prometido rogó a Dios por el Lobo, el Sauce y la Mujer. Y Dios le respondió.
Con una nueva mirada en sus ojos John comenzó el viaje de vuelta con la energía del que tiene un objetivo y enseguida llegó a la cabaña del bosque. Shena al verle corrió hacia el y le abrazó con ternura. Tras el abrazo le preguntó si había visto a Dios y si le había ayudado y John le explicó la respuesta del Padre. Y le dijo que para que ella dejara de sentirse desgraciada debía buscar un hombre del que estuviera enamorada y vivir con el.
-Entonces soy feliz. Dijo Shena. – Porque tu eres ese hombre del que estoy enamorada, y quiero que vivas aquí conmigo.
-No puede ser. Dijo John. Porque yo tengo la misión de buscar la felicidad. Y así partió.
Andando, andando John llegó al bosque de Greentrees y encontró al viejo sauce. Al verle el árbol se alegró mucho y tras saludarle le preguntó por la respuesta de Dios.
-Tu problema, Viejo Sauce, es que tienes un gran tesoro de oro y joyas enterrado entre tus raíces, y por eso no puedes aferrarte a la tierra y crecer.
- Pues entonces John, ya que Dios me ha dado ramas en lugar de manos ayúdame y desentierra el tesoro y quédatelo, que yo no lo necesito.
- Lo siento, pero mi misión es buscar la felicidad y no puedo perder el tiempo en desenterrar nada.
Y siguió su camino por el bosque hasta que vio los rojos y brillantes del lobo. El animal se acerco alegremente a John y saludándole, le preguntó por su entrevista con el Padre.
-Pedí por ti, Lobo y me dijo Dios que para resolver tu problema debes unirte a los demás lobos, cazar y comer con ellos y así curaras tu enfermedad.
Tras oír esto el lobo se abalanzó sobre John y arrancándole la garganta de un mordisco le mató"
jueves, 24 de mayo de 2007
Esta tarde vi llover, vi gente correr, y no estabas tú…
24-05-07
Querido diario:
Soy una persona extremadamente puntual y me molesta mucho que la gente llegue tarde, por eso esta tarde, que he quedado con un viejo amigo, me he puesto muy, muy nervioso.
Le he tenido que llamar tras estar esperando un cuarto de hora, más otros diez minutos que siempre espero porque tengo la manía de llegar pronto a los sitios, y me ha dicho que en diez minutos estaba donde habíamos quedado. Creo que se le había olvidado la cita, y como es buen amigo, no me ha importado demasiado esperar, después de todo, no hacía mucho frio y siempre me entretengo viendo pasar a la gente… finalmente ha llegado, nos hemos perdido la peli porque ya había empezado, y hemos decidido ir a cenar. Cierto es que ha sido una velada agradable, pero no me ha quedado muy buen sabor de boca.
Desgraciadamente conozco a mucha gente que es impuntual por naturaleza, y no me refiero a llegar alguna vez tarde a algún sitio por el tráfico, o por qué ha ocurrido un imprevisto, no, es gente que llega tarde siempre como norma, ya sabes, lo que llaman el “retraso elegante”. A veces pienso que es una forma de darse importancia, al fin y al cabo, hay alguien que está esperando por ti, y otras, me parece que es simplemente por falta de respeto o dejadez. Tuve un socio que llegaba siempre tarde, una media hora, y eso nos hacía llegar con demora a trabajos importantes, donde nuestro retraso hacía que gente que dependía de nosotros también quedase mal… al final tuve que empezar a quedar con el media hora antes de cuando realmente tenía previsto, pero eso tampoco me parece una solución razonable. Si llegas tarde a una cita con un amigo, puede que no pase nada, pero si llegas tarde al trabajo, por ejemplo, de forma regular, es una gran falta de respeto por tus compañeros, que hacen un esfuerzo por llegar a la hora.
Luego esta gente es la que se queja más cuando un tren no sale a su hora, o un avión llega rezagado porque claro, ellos son los que importan, a los que se tiene que esperar pero no al revés. Una persona impuntual nunca, jamás, te perdonará que le hayas hecho esperar.
miércoles, 23 de mayo de 2007
La importancia de llamarse Eunuco
23-05-07
Querido diario:
Yo una vez fui famoso. Tuve los diez minutos de gloria que prometía Warhol a todo americano. Yo he actuado ante cientos de personas, pueblos enteros me han aplaudido y jaleado y he firmado autógrafos en lugares del cuerpo que antes solo conocía por revistas y alguna que otra furtiva película. Y me gustaba.
He sido actor, payaso, mago, me ha entrevistado Claudio Landa en su programa, he sido camarero de un club muy frecuentado, y cuando iba por la calle todo el mundo me sonreía, me saludaba, me envidiaba…
La fama es una droga más dura que la heroína, y mucho más difícil de dejar, porque en confrontación con las drogas químicas, que pueden dañar tu cuerpo y tu mente, la droga social que es la fama destruye tu alma. Y eso no se observa físicamente, pero a la larga se deja notar en tu comportamiento. El famoso que deja de serlo se muestra nervioso, obsesivo, y puede hacer cualquier cosa por seguir siendo reconocido. Yo mentiría, robaría, mataría o haría el sacrificio de acostarme con Michelle Jenner si fuera necesario.
Todo por sentir el aprecio, el cariño y el reconocimiento de un público, que es infiel, injusto y muy, muy desmemoriado.
martes, 22 de mayo de 2007
La conciencia de los avestruces
22-05-07
Querido diario:
Hoy me ha llegado a casa publicidad de los partidos políticos que consideran que soy más cercano a sus ideales para intentar conseguir mi voto. Soy una persona curiosa, y aunque ya tengo bastante claro a quien quiero votar, (bueno, más bien a quien NO quiero), me he leído el programa de todos los partidos que se han dignado a mandármelo. Y es que me parece que, aunque es poco, el hecho de votar es el único método participativo que se me permite, fuera de los foros de discusión del consejo de la juventud al que pertenecí cuando eran un mozalbete.
Es importante que votemos en conciencia, meditando nuestra opción, que vale más de lo que pensamos. Gracias a un voto no se puede cambiar gran cosa, pero si nos molestamos en escucharnos unos a otros y unirnos, podemos ser una fuerza importante.
El problema es que la gente esconde la cabeza cuando se acercan las elecciones, igual que un avestruz cuando presiente el peligro, y no vota, o lo que es peor, vota como si lo hiciera con su equipo de futbol. Me desilusiona oír, como he hecho alguna vez, a gente que dice, que no votara a tal o cual partido porque no tiene las de ganar. Ostia, ¡es que la gente está votando a caballo ganador! Es como decir, ¡Mira les hemos ganado! No votan siendo conscientes del programa del partido político, ni de sus candidaturas, sino que lo hacen porque piensan que van a ganar. Si gana ese partido, gano yo, aunque no tenga ni idea de lo que han prometido hacer. O deshacer. Al final se vota, y luego se comenta en los bares...
-oye, ¿cómo ha quedado el Osasuna?
-pues tres cero, perdiendo, ¿y el PSOE?
- UFF! Tres escaños menos en Irún, es que mira que sacar a Pepín Montoya como cabeza de lista…
- sí, yo hubiera optado mas por un 4-5-1, pero en paridad, ya sabes que si no luego las feministas….
Que fuerte.
lunes, 21 de mayo de 2007
Diaporama de una ruptura anunciada
21-05-07
Querido diario.
Al final ha sucedido lo que esperaba. El grupo de amistades de mi novia se ha roto. No puedo decir que me sorprenda, lo cierto es que se veía venir, pero esperaba que pudiera a acabar de distinta forma, al fin al cabo son 4 mujeres adultas, de 25 años y tres de ellas tienen carrera universitaria, algo que por lo menos les debería haber ayudado a madurar. Dicen que ha habido problemas de comunicación, pero lo que a mí me parece es que no han sabido definir muy bien a que se referían con lo de comunicación.
Al parecer, entienden como amistad el contarse (no el poder contarse, sino en hacerlo) las intimidades de los demás, de sus parejas y además hacerlo regularmente, como un parte de guerra. Bueno, ya te deje el otro día claro, querido diario, lo que opinaba yo de la amistad, y la verdad es que, conociendo como conozco todo lo que ha pasado, no me queda más remedio que decirle a mi novia, cariño, casi que es mejor para ti. Te quiero.
domingo, 20 de mayo de 2007
De Deidades, espíritus y hechos extraordinarios.
20-05-07
Querido diario.
Estamos en época de comuniones, bodas y bautizos, festividades familiares por excelencia, donde se aprovecha para unirse toda la estirpe y hacer una gran fiesta alrededor de la liturgia religiosa. Realmente no nos planteamos que lo que realmente celebramos, en caso de las comuniones es la continuidad de hecho religioso dentro de nuestra sociedad, un hecho que nos ha sido impuesto, y del que no tenemos opción de separarnos. Pasamos a engrosar las filas de la iglesia desde que nacemos, con el bautizo, sin que podamos decidir, puesto que lo hacen nuestros padres por nosotros, y continuamos en ella con la primera comunión, sin decidirlo tampoco realmente, pues se nos ha enseñado en la catequesis que es lo que tenemos que hacer y además se nos premia con una gran fiesta en nuestro honor y multitud de regalos. Ningún niño puede negarse a eso.
Mas tarde, de adultos, llega la hora del siguiente sacramento, la confirmación, y es aquí donde el número de fieles decae, tal vez porque se presiente que hay algo mal, algo que no cuadra en la iglesia, y nos enfrentamos inconscientemente a ello. Sin embargo, cuando se acerca la hora de nuestra boda, somos pocos los que nos planteamos que, si bien esa debería ser una fiesta absolutamente pagana, de unión entre dos personas, entre dos familias, se sigue sacralizando para poner a la iglesia como eje principal de nuestra felicidad y continuar así con nuestra manipulación y caemos en la celebración por la iglesia, pensando más en lo bonito que queda que en lo que realmente representa, que estamos dando poder a otros para controlar nuestra vida. Unas personas se permiten el lujo de decidir si nuestra unión es o no válida a los ojos de un ser, dicen, superior. En realidad no decidimos nosotros, nos han adoctrinado desde el bautizo para que lo hagamos así. Y el único acto consciente que podemos realizar para salir de este círculo, la apostasía, se nos niega.
Yo ya hace tiempo que no me permito creer en Dios. Por lo menos en el Dios de la iglesia Católica, apostólica y romana, que es la que nos toca “sufrir”. Creo que Dios es creación del Hombre, y no al revés y que necesitamos creer que hay un ser superior para no pensar que existimos por casualidad, y que nuestro paso por la vida es tan simple como eso, vivir. Si alguno más de nosotros pensara que la existencia se da solo mientras vivimos, nos esforzaríamos más por hacer que esta vida fuera mucho mejor.
Naturalmente, y tras esta reflexión, tampoco puedo creer en espíritus, fantasmas ni hechos misteriosos de estos que nos presentan en algún programa de televisión, con la idea de vender libros, suministrar publicidad y ganar dinero, basándose en nuestra credulidad y nuestra curiosidad. Muchos de los hechos que se nos presentan son meras invenciones, o historias que se cuentan, una y otra vez, sin tener pruebas de que sean ciertas.
Con esto te quiero pedir, Querido diario, que seas más crítico a la hora de pensar en lo místico y que antes de creer a pies juntillas lo que oigas, o lo que veas, lee, piensa y decide.
sábado, 19 de mayo de 2007
Sexo, Alcohol & Música hogareña.
19-05-07
Querido diario:
Hoy te escribo con resaca. Aunque el de anoche no fue uno de mis mayores desfases, apenas bebí dos cubatas y un kali, bueno, y algún chupito, hoy me he levantado como si llevara tres días en la oktoberfest. En lo más profundo de mi corazón quiero creer que aún no se me ha escapado la energía de la juventud, pero es que el cabrón de mi médico se empeña en negármelo. Mientras yo veo evidente que soy un joven fuerte, apuesto y enérgico, que puede con lo que le echen, el se encabezona en decirme que si soy diabético, que tengo el hígado graso y no sé que mas pamplinas que me impiden disfrutar del alcohol como yo quisiera.
Por lo menos el tiempo que estuve de jarana lo pasé bien. Cada vez disfruto más con la música del “Infor-Pub”, ese que tiene monitores, teclados y proyectores de diapositivas como decoración. La dueña es la hermana de un conocido “pincha-discos” y, que carajo, algo se le ha debido pegar, porque la verdad es que me hace disfrutar. Eh!, con la música, aclaro, que luego hay suspicacias.
Me gusta la música House, la electrónica. Creo que se basa en los mismos principios armónicos que la música clásica, principios que hacen que todos los órganos de tu cuerpo vibren en consonancia con la idea del autor. Vale, no es lo mismo que sentir la vibración de un cuarteto de cuerda en tus tripas, pero coño, se parece. He de decir también que me ayuda no tener que concentrarme en lo que dice la letra pues eso es algo que se me da fatal. No consigo entender lo que dice un cantante, sea en el idioma que sea, hasta que no lo veo escrito, por lo que el hecho de que en la música house apenas se cante, o no haya un mensaje definido, hace que pueda disfrutar del continente mucho mas. Es casi lo que ocurre contigo, Querido diario, que tienes un contenido difuso dentro de un contenedor más o menos aparente.
Y por fin, el sexo. Me encanta salir de fiesta cuando empieza a hacer calorcito. Soy un mirón empedernido. Las mujeres me parecen algo precioso y digno de observación. Y ellas tienen la tendencia de saber lo que tienen bonito y de potenciarlo en la forma de vestir. Y yo me vuelvo tonto. Me embeleso mirando un piercing en el ombligo como podría extasiarme mirando un cuadro de Monet, o El Bosco. La pena es que, al igual que no podría comprar un cuadro de Velázquez, tampoco puedo conseguir a muchas de esas mujeres que admiro. Y eso es frustrante.
jueves, 17 de mayo de 2007
Nunca dejamos atrás a uno de los nuestros
18-05-07
Querido diario:
En las películas americanas de guerra, cada vez que un soldado es herido, o un piloto abatido, mueven roma con Santiago para encontrarlo. A veces incluso poniendo en peligro a mas de una persona en la búsqueda. Esto, que a primera vista puede parecer ilógico, tiene que ver con la naturaleza social de los humanos. Estamos empeñados en destruirnos los unos a los otros, pero, en cambio, damos una importancia extrema al grupo. Nuestro pequeño universo relacional es lo que más cuidamos, los que llamamos “los nuestros” merecen toda nuestra atención.
Es curioso como lo bélico hace que nos sintamos mucho más unidos. Esta semana se está planteando en mi trabajo el realizar un partido de futbol sala y después una cena. Traduzco, una batalla, y después un festín. Necesitamos una confrontación, aunque sea lúdica como en este caso, seguida de un acto social de primer grado para sentir que estamos cerca unos de otros. Las cenas, y posteriores festividades (bokata y kinito) nos ayudan a conocernos fuera del ambiente de trabajo, agresivo por naturaleza, y nos abre un espacio para el conocimiento personal, diferente del laboral. Generalmente estas cenas unen, y a veces no solo en el plano profesional… no sería la primea vez que una de estas celebraciones termina con otra “celebración” de distinta índole, entre dos (o más) personas del grupo que jamás pensarían que eso podría suceder…
Pensándolo bien, seguro que más de uno, o una, está pensando desde otra perspectiva el ir, o no, a las celebraciones post-hostilidades.
Y qué coño, a lo mejor hay tiki-taka, en la cancha y fuera de ella….
miércoles, 16 de mayo de 2007
Desde la mas tierna infancia
17-05-07
Querido diario:
Oye, que yo también veo la tele. Y hoy mirando camera café, he oído una frase que me ha llamado la atención. Hablaban Mari mar y Mónica sobre un vestido que se quería poner la primera, un vestido muy escotado y provocativo, y Mónica le decía que no era su estilo, a lo que Mari mar contesta que es para una fiesta de antiguas alumnas, Y Mónica, muy sabia ella, contesta preguntándose sobre cómo serán las nuevas.
Pues malas, como van a ser, muy malas y no sólo me refiero a la forma de vestir sería hipócrita si dijera que no me gusta. La juventud de hoy en día está perdida en cuanto a valores se refiere, y cada vez se oyen más noticias sobre bullyng, malos tratos y faltas de respeto varias pertrechadas por menores. Un ejemplo es el ya famoso tema del pagafantas, donde toda una comunidad de adolescentes se ríe de un pobre muchacho que no se aprovecha de una amiga, y otro caso, menos conocido pero mucho más cruel es el de Super Taldo, un pobre muchacho con síndrome de Tourette.
Pero no hace falta irse tan lejos, yo he sido monitor de tiempo libre muchos años y me aterra poder certificar que he visto como, cada generación, el tema se ha intensificado. Porque no nos engañemos, todos, toda la vida, nos hemos reído de los compañeros más débiles, más lentos, de los eunucos, y nunca ha pasado nada, bueno, alguno se ha ganado algún ojo hinchado alguna vez, pero nada más, sin embargo el nivel de crueldad que hay ahora no lo he visto nunca.
Y lo más importante es que ya no se puede parar. Ni los padres, ni los profesores, ni incluso la policía tienen ya autoridad para detenerlo. Yo no soy tan viejo, pero de niño jamás se me hubiera ocurrido reírme de una persona mayor, ni de un adulto joven siquiera por la forma en la que vistiera, vamos, cualquiera te partía la cara, y si encima, tu padre se enteraba, te la volvía a partir. Ahora no, ahora pueden ir por la calle pegando patadas a las papeleras, o quemándolas, o tirando las botellas de la litrona al suelo haciéndolas estallar a tu lado que no pasa nada, y si encima les llamas la atención prepárate, porque, en el mejor de los casos, te pegan una paliza, y en el peor, te la pegan y luego te denuncian. Y luego te pegan los padres.
Yo no estoy en contra de las leyes de protección del menor, pero es que tengo la sensación que equiparan al niño de 8 años que trabaja esclavizado cosiendo zapatos, o buscando comida en la basura con el chaval occidental de 17 años, que lo tiene todo, y que como se aburre, se dedica a quemar indigentes en los cajeros.
Y al que se atreva a contradecirme ¡LE PISO LA CABEZA!
Esos pequeños placeres que hacen que la vida tenga sentido.
16-05-07
Querido diario:
Me suele gustar ir al cine entre semana yo solo, porque disfruto mucho más de las películas, me concentro mejor y puedo pensar con claridad en lo que estoy viendo, lo que me quiere decir el director con tal o cual imagen o sonido y me puedo entretener en buscar matices a los personajes, algo que generalmente no puedo hacer cuando estoy acompañado, o cuando hay demasiada gente en la sala.
Hoy he visto “ La maldición de la flor dorada” una increíble película hongkonesa con Chou Yun-Fat (El monje, Ana y el rey, tigre y dragón…) y Gong Li (La linterna roja, la joya de shangai, Memorias de una Gheisa...). Una de esas películas que me gustan a mí, preciosistas, imaginativas y llenas de sentimiento.
Pues bien, estaba sentado en mitad de una sala semivacía, éramos unos 4 espectadores, disfrutando como un enano de la luz, el maquillaje la música y sobre todo el vestuario, cuando se ha sentado a mi lado una persona.
- Vaya, ya me ha jodido- he pensado, - no tendrá otro sitio donde sentarse la muy…
Pero claro, hay que aguantar como un señor educado. Al principio me sentía incomodo, molesto, y a medida que me daba cuenta de quien se había sentado al lado mío, avergonzado.
Lo primero que he notado ha sido el olor. Un olor dulce, afrutado, como a manzana verde recién cortada, muy fresco y atrayente, que fluía de ella por entre una blusa muy fina de gasa. Lo segundo, su mano, en mi rodilla, que pasaba de modo distraído, como por accidente.
- Quiere coger la bebida. – pienso.
Pero entonces he sentido como su cabello, largo y sedoso, me rozaba la mejilla, y acercándose mucho a mi oído me susurraba, mientras su mano se quedaba fijada en mi muslo:
- Lo que más me excita en este mundo es seducir a un extraño, aquí, en un lugar público, pero a oscuras, donde sólo tú y yo sabremos lo que ha pasado.
Mi corazón, querido diario, ha comenzado una desaforada carrera, intentando hacer correr mi sangre que ya estaba, a estas alturas, acumulándose toda en un mismo sitio.
- No, no quiero que digas nada, no quiero que hables, solo mira la película.
Y unas manos finas, suaves y calientes, han comenzado a desabrochar mi pantalón despacio para liberar eso que estaba ya en su total desarrollo, y una boca, húmeda, dulce, cariñosa se ha empezado a acercar. Y entonces me he despertado.
martes, 15 de mayo de 2007
La amistad: El gigante con pies de barro
15-05-07
Querido diario:
Amistad es un término sobrevalorado. Y fíjate bien que digo el término, no el concepto. Entiendo la amistad como afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato, pero me da la impresión que no es ese el concepto que tiene la gente de amistad. He notado que la gente te presenta como “un amigo” a un compañero de trabajo, el hermano de un vecino, el camarero del bar que frecuentas… bueno, a veces también se puede decir “un colega”. Joder.
Los soldados de la segunda guerra mundial se llamaban entre ellos colega justo después de haber pasado juntos la tercera batalla, cuando habían visto a sus compañeros morir destrozados por un obús y un tío al que de nada conocías te sacaba de la trayectoria de un tirador enemigo y te salvaba la vida, porque mañana serías tu el que se la salvaría a él. Un colega.
Ahora todo el mundo es colega, todo el mundo es amigo.
Ayer discutimos con las “amigas” de mi novia, parece ser que se echan en cara unas a otras una serie de malentendidos como que una solo sale en el grupo con la intención de hacer tiempo para quedar con el novio. La otra se defiende diciendo que tiene que mandar tres mensajes para quedar para preparar una comida y la otra dice que está enfadada porque si tiene que coger el coche no puede beber, y que ella sale a emborracharse y prefiere que siempre coja el coche la otra. Afecto personal, puro y desinteresado, los cojones. Y encima meten a los novios en medio para poder hacer más daño, para “ganar”.
¿Dónde queda la amistad en todo esto? ¿Es amistad lo que sentimos o realmente lo único que nos une es el pasar las horas muertas con alguien?
Deberíamos plantearnos este tema más profundamente, no sé, quizá eso haría plantearnos nuestra relación con el que tenemos al lado. O a lo mejor es que nos importa una mierda la amistad.
lunes, 14 de mayo de 2007
Sístole.Diástole
14-05-07
Querido diario:
Pienso que el tiempo no debería medirse en segundos, sino en latidos. Porque, al fin y al cabo el corazón es el motor de la vida y por lo tanto el generador de la edad. El problema es que no es un reloj exacto. A veces marcha muy deprisa, otras se ralentiza demasiado…
El caso es que mi reloj biológico ha debido correr mucho, pues mientras mi cuerpo ha envejecido, mi vida necesita sentir emociones que solo se tienen en la juventud. Siento que no he vivido experiencias que los pene-grandes dan por echas, precisamente por ese miedo intrínseco de los eunucos al fracaso con el sexo opuesto. Mi primer beso fue a los 23 años. Mi primera relación a los 26. Y ahora tengo la necesidad de disfrutar como lo haría un chiquillo de 20 años. Esto es un problema, porque realmente aunque mi cerebro me dice que tengo todo lo que necesito con mi novia, amor, comprensión, diversión, placer… mi “amiguito pequeño” sigue buscando las experiencias vitales que necesita un hombre para terminar de crecer. Y mientras no disfrute de esas experiencias seguiré siendo el eunuco en el que me he convertido.
Pero claro, tengo novia, la amo y no pienso hacer nada que la haga daño, y entonces… ¿Cómo resuelvo mi problema?
domingo, 13 de mayo de 2007
El sueño de una noche de primavera. (o como unas alubias te pueden joder la noche)
13-05-07
Querido diario:
Mi madre cocina muy bien. Si, ya sé que todos podemos decir que nuestra madre es la mejor cocinera del mundo, y yo no me atrevería a decir tanto, pero lo cierto es que puede venir cualquier visita a casa, que con cuatro cositas, te hace un festín.
Esta semana, la visita ha sido mi cuñado, el Irlandés, y claro, mi madre ha hecho todo lo posible para que se sienta a gusto, y eso implica cocinarle una de sus comidas preferidas, las alubias.
He de decir, que debido a mí dieta especial anti-diabetes, yo como desde hace mucho tiempo las legumbres sin demasiada grasa, sin sustancia, vamos a decir. Mi madre consigue que queden deliciosas y yo doy por hecho que se comen así y ya está. Pues no. Ahora recuerdo que las alubias se comen con tocino, costilla, chorizo, carnaza de distintos gustos… y claro, uno que no está para decir que no, pues me puse como un auténtico cerdo vietnamita. ¿Qué consecuencias ha traído todo esto? Te cuento.
Para empezar, ayer era sábado, se levantó un fantástico y caluroso día primaveral, caldo de cultivo excelente para que aparezcan como champiñones un montón de mujeres mostrando toda la belleza del ser humano, y claro, mi plan era salir cual estudiante de antropología a terminar mi tesis. Y en estas estaba cuando empiezo a notar como mi abdomen comienza a hincharse, cual pelota de Nivea, y a darme pequeños avisos en forma de tremendos pinchazos y enormes ganas de pasar por el baño. Yo ya no veía minifaldas, ni pantaloncitos, ni escotazos, solo veía que me empezaban a entrar unos sudores fríos, característicos de la cercanía de la muerte, y unos reflejos incontrolables en la zona del coxis. Ni siquiera la preciosa camarera del bar de siempre, que me invitaba a estudiar con ella anatomía (tiene un examen pronto) me hacía olvidar mi sufrimiento.
Finalmente, jodiéndole la noche a mi colega, que le apetecía al pobre terminar su tesis con prácticas, me tuve que ir a casita. He pasado 7 veces por el baño. Creo que he adelgazado 3 kilos.
Ni dieta de la alcachofa, ni de la manzana, ni del té con ginseng, si quieres adelgazar, Querido diario, haz conmigo la dieta de la Alubiada de mi Madre. No te arrepentirás.
sábado, 12 de mayo de 2007
Todo principio tiene un comienzo...¿?
“eunuco.
(Del lat. eunūchus, y este del gr. εὐνοῦχος).
1. m. Hombre castrado.
2. m. Hombre poco viril, afeminado.
3. m. Hombre castrado que se destinaba en los serrallos a la custodia de las mujeres.
4. m. En la historia antigua y oriental, ministro o empleado favorito de un rey.”
12-05-07
Querido diario:
Te sorprenderá que comience a escribir un diario a estas alturas, con mi edad, pero es que hoy, precisamente hoy, es el inicio de mi nueva vida. Hasta ahora no tenía conciencia de mi mismo, sabía que algo iba mal, exageradamente mal, pero no sabía exactamente qué podía ser.
Finalmente, ayer, día último de mi vida pasada, vi la luz. No significa esto que me golpeara con alguna farola o que viniera la ambulancia a buscarme, ni siquiera que me apuntaran con una linterna encendida, no, es algo… no sé, mas “espiritual”.
Todo empezó en el baño de una discoteca. Parece un sitio un poco extraño para una revelación, pero ¡qué coño!, el camino a damasco tampoco es un paraje excepcional, y no toda la iluminación debe darse debajo de una encina y en la posición del loto, la mía, en concreto, ha sido con los pantalones medio bajados y con una de las situaciones más delicadas en las que te puedes encontrar. A lo mejor esta es la clave de la iluminación, que te golpea cuando más vulnerable eres, si esto es así, más de una religión debería plantearse sus “posturas”…
Bueno, el caso es que me encontraba yo intentando no mojarme los vaqueros cuando, inexplicablemente, me dio por mirar a la gente que se encontraba a mi lado. No, no pienses mal, querido diario, no es que me vaya fijando por ahí en los aparatos de los vecinos, ¡no fastidies!, no soy “de esos” pero, ayer, una fuerza irreprimible me obligaba a mirar a mi alrededor, y eso me hace pensar que la iluminación es algo a lo que no llegas por el esfuerzo de años de estudio ni meditación, sino algo que te atrapa y te golpea cuando menos te lo esperas y en el lugar menos místico. En fin, allí me encontraba yo, mirando a mí alrededor, con una comezón en la cabeza que no sabía lo que era, empezando a tomar conciencia de un problema, que aunque en lo más hondo de mi alma sabía que existía, no me había llegado a plantear hasta ese momento.
Soy delineante, así que durante mi época de estudiante tuve que aprender a calcular a ojo tamaños y distancias de manera casi inconsciente, y de esta forma, casi sin darme cuenta, comenzaron a venir a mi cabeza una serie de números que en un principio no entendía que significaban, pero que pronto se me presentaron como lo que eran.
19…22…18…¡25!....
-¿Qué me está pasando? ¿Que esta obsesión que me ataca de repente y sin previo aviso?
20…23…19…
Si, a estas alturas ya te estarás imaginando, querido diario, qué eran estas cifras que aparecían en mi cabeza, que me golpeaban, me mareaban, me impresionaban y me confundían, y junto con estas cifras, empecé a ver unas caras correspondiéndose, y me di cuenta, que cuanto más grande era la cifra, más serena era la cara, más imponente, más segura de sí misma.
Bueno, llegados a este punto, querido diario, paso a explicar en qué consiste mi develamiento:
La poya es el centro de poder de los hombres, y la cultura del siglo 21 hace que los hombres con la poya más grande sean también los que más lejos llegan en la vida.
Te parecerá que esta afirmación es algo arriesgada, que no se puede generalizar, pero es que no ves las cosas, querido diario, tan claras como las veo yo ahora, con mi nuevo y mejorado nivel de consciencia.
Ejemplaricemos mi punto de vista…
Cierra los ojos y piensa en el hombre al que más admires. Puede ser un deportista, un político, un hombre de negocios, un juez… Comienza a visualizarlo con su uniforme de trabajo, el traje que lleva puesto, su peinado… Ahora céntrate en sus características físicas, sus ojos, su altura, la forma de sus músculos, el tamaño de sus pies.. y finalmente, haciendo un gran esfuerzo por verlo lo más realmente posible, imagínatelo en la posición del hombre de Vitruvio, y fíjate en sus genitales.
Ahora entiendes lo que quiero decir ¿verdad?
Seguro que ahora mismo estarás pensando en tu jefe y dirás “¿como este idiota puede tenerla grande?” pues no te equivoques, sin duda, la tendrá. Porque ese es también un rasgo distintivo de esta nueva generación de super-egos, las dimensiones de tu poya son directamente proporcionales a la posibilidad que tienes de triunfar en la vida, y directamente proporcionales también a tu incompetencia. Me explico, cuando tienes la poya grande, con lo que ello implica, (alto, guapo, fibrado…) no tienes que preocuparte de cultivar tu intelecto o tu personalidad, porque lo tienes todo hecho desde la infancia, pero, inexplicablemente, todo el mundo continuará pensando que una persona tan guapa como tú es imposible que no sea infalible, por lo que continuarán confiando en ti, aunque seas un mentecato y no hagas una a derechas…
Esta explicación, aunque te parezca extraño, es válida también para las mujeres, pues tener la poya grande no es sólo una característica física, sino también mental, algunas mujeres la tienen mas grande que muchos hombres…
En fin, es la vida, y la gente, que como yo, no poseemos el poder que se encuentra entre las piernas de los super-hombres tenemos que conformarnos con las sobras de la sociedad, con los peores trabajos, los peor pagados, y debemos aguantar esas miradas de la gente que sabe, inequívocamente, que la tienes pequeña.
Por eso, querido diario, a partir de hoy me revelo, y pongo en conocimiento de todo el mundo la vida que sufre, cada día, un eunuco.