lunes, 9 de junio de 2008

Un mal dia lo tiene cualquiera

Un mal día lo tiene cualquiera.

Querido Diario:

Me encuentro raro. Hoy a sido un mal día.

Esta mañana me he levantado sobresaltado, sudando, con una sensación extraña. Ha sido una de esas veces en las que sueñas que estas flotando y cuando te despiertas das un bote, como si realmente flotaras de verdad...

He ido a desayunar, medio dormido, como siempre y me le he dado la típica patada a la pata de la cama, esa que generalmente te destroza el dedo meñique, pero hoy no me he hecho daño. Me he cargado la puta cama. Joder, sabía que tenía que haber apretado antes el maldito tornillo.

Aún estaba cagándome en la puta mientras me servía la leche cuando he tenido que gritar de nuevo. No se si he puesto demasiado tiempo el microondas o que cojones, pero el vaso se me ha roto en la mano derramándome todo encima. Menos mal que todavía no me había vestido. El caso es que me he puesto a fregar el suelo con tal mala suerte que me he quedado con el palo de la fregona en la mano. Joder, si es que hay días que es mejor quedarse en la cama.

Si te parece que ha sido un mal despertar, mi querido diario, imaginate lo que he pensado yo al entrar en la ducha, cuando me he resbalado y he arrancado de cuajo la bonita torre de hidromasaje que instaló mi padre. La hostia ha sido Antológica. Pero es que imaginame, cayéndome, con el grifo en la mano y tirando al suelo la mampara. Menos mal que ya no había nadie en casa que si no... Creo que he despertado a la mitad del edificio con los gritos y las maldiciones. Tengo que aprender a controlar el volumen...

Finalmente he salido de casa, cogiendo el coche para venir a trabajar. Gracias a Dios no he tenido demasiados problemas al venir, solo me hubiera faltado un atasco o algo parecido. De todas maneras el tráfico hoy ha sido especialmente lento, como grabado con una de esas cámaras superrápidas del Canal +. Una cosa es que no se pueda pasar de 50 por hora y otra muy distinta es ir parados... Pero es que los peatones iban igual, hasta me ha parecido ver a una paloma que echaba a volar muy, muy despacio y un tío escupía un chicle al suelo de una forma inusualmente pausada...

Por fin he llegado al trabajo, y me he preparado para abrir la condenada verja del la tienda. El anterior inquilino no se molestaba demasiado en mantener el local y el condenado enrejado se atasca. Sorprendentemente hoy se ha levantado a la primera, incluso un poco demasiado rápido, como si estuviera recién engrasada, pero no, sigo viendo los rieles llenos del ocre color del oxido, vaya, parece que he tenido un golpe de suerte por primera vez en el día.

Por lo demás, todo como siempre, el día a transcurrido de manera rutinaria, pero no puedo quitarme de la cabeza esa extraña sensación con la que me he levantado. Estos días pasados he estado muy cansado, como enfermo, incluso no he salido a andar en bici porque me encontraba agotado, sin embargo, hoy estoy levantando los royos de vinilo sin ningún esfuerzo. Incluso los mas grandes los muevo sin problemas, con una sola mano, y puedo utilizar la otra libremente. De hecho, el primer royo que he levantado se me ha escapado y casi me cargo el techo de escayola, menos mal que he tenido reflejos y de un salto lo he alcanzado antes de que llegara a impactar...

También me lo he pasado bastante bien hoy porque la gente de la calle andaba como loca. Todo el mundo hablaba a gritos, como si no se escucharan bien, porque he estado oyendo desde el fondo del taller las conversaciones de la gente que pasaba por la acera, incluso la de enfrente, y aunque esto era divertido al principio, al final de la mañana me ha provocado un increíble dolor de cabeza. Que me importa a mí si las bragas de la señora maría se limpian mejor o nó con Dixán que con conejo... hay cosas que es mejor no escuchar...

Creo que me estoy volviendo loco. Te explico. Una de las cosas con las que me entretengo cuando no tengo mucho que hacer en la tienda es la de observar a la gente que pasa por la calle. Además como hoy estaba oyendo a todo el mundo, pues mi atención era máxima. Pero al rato de estar mirando a la gente, se me ha empezado a nublar la vista. Bueno, eso es lo que creo yo, porque lo que en realidad me pasaba era raro. He empezado a ver a la gente de forma rara, como borrosa, o no se.. poco definida. Es decir, no veía bien la ropa de la gente. Veía todo como sin colores, formas transparentes que ondeaban al viento. Era como si viera a través de la ropa, incluso a través de la piel.. Una sensación rara.

Además estaban los olores. No se que coño le ha dado a la gente con la puta colonia. Joder, que entiendo que haya que estar aseado, y limpio. Yo mismo me he echado desodorante hoy, (por cierto, me lo he cargado, tengo que comprar para mañana), pero coño, es que la gente iba BAÑADA en colonia. La poca gente que ha entrado hoy me mareaba. Que peste a colonia dios mio. Aunque claro, lo prefiero a el tipo este que ha entrado a ultima hora, que parecía que acababa de recoger toda la basura de Málaga el solíto. Cojones.

Bueno, pues con estas sensaciones me encuentro ahora, un poquito raro, como te digo. Ahora mismo me cambio me pongo las mayas y voy a ver que me cuenta Peter Parker en la reunión de Héroes Anónimos, que creo que a él le pasó algo parecido una vez y quizás me pueda ayudar....

3 comentarios:

Maritxu dijo...

EMBARAZADO!. Por los síntomas, si no es eso, no encuentro otra explicación tío! Háztelo mirar...

Er Pi - dijo...

Pues algo de eso hay, creo que son las hormonas que me estoy inyectando...

john smith dijo...

esa es la tipica sensación que se produce al calzarse unas buenas John Smith