El milagro de la vida

Lo cierto es que he tenido nueve meses para hacerme a la idea,pero me he sorprendido mucho cuando esta mañana, a las 6 y 20 una nueva vida ha venido al mundo.
Dicen que es menuda, bonita, con los ojos azules y que se parece mucho al padre. Su nombre es Kate, y es la segunda hija de mi hermana.

Aquel que dijo que a quien Dios no le da hijos, el Diablo le da sobrinos no conoció a Justin. La verdad es que mi sobrino nos ha alegrado la vida, y ha sido nuestro soporte desde la muerte de mi padre. Siempre que hemos tenido momentos bajos, el niño ha necesitado que estuvieramos con el, con lo que se nos olvidaba un poco el mal rato.

Con mi sobrino he aprendido paciencia, cuidado, y sobre todo que se puede querer a una persona de manera infinita y hacer todo lo que se pueda por ella por la simple recompensa de una sonrisa, una mirada llena de inocencia y un abrazo.

Y ahora me quedan por aprender otras muchas cosas diferentes, puesto que a partir de este momento tengo que cuidar a una niña, que como se parezca a la madre, va a ser mas un repollo que otra cosa.

Enhorabuena Leire cariño y bienvenida KATE RODRIGUEZ.