viernes, 1 de junio de 2007

Vuela, vuela.



1-06-07

Querido diario:

A veces sueño que vuelo. Me encuentro al borde de un precipicio, o una azotea, siempre un lugar alto aunque solitario y una gran angustia me presiona el pecho y me agarra el corazón. De repente caigo, y siento el viento azotando mi cara, revolviendo mi pelo y acariciando mi cuerpo. La caída es larga, interminable y voy viendo pasar fugazmente todo a mi alrededor como montones de figuras informes con miles de colores, pero no siento miedo, ya no, ni angustia, solo dejo mi cuerpo muerto, relajado, y me dejo caer.

Y de repente, cuando veo el suelo acercarse a mi veloz e inevitable, me detengo en el aire, a la altura de las copas de los árboles con brazos y piernas estirados, formando una estrella perfecta y todo en mi entorno va volviendo a su forma original. Veo gente caminando debajo de mí, hombres y mujeres que ni me miran ni se dan cuenta de que estoy ahí, cada uno con su vida, sus preocupaciones, sus idilios, todos corriendo sin rumbo aparente, mirando solo al suelo. Algunos hablan entre sí, pero siempre de temas intrascendentes, vacíos.

Entonces comienzo a moverme, despacio, mecido por la brisa, sin prisa, sin preocupaciones, solo flotando, yo y la ciudad y soy libre. Veo cosas en las que no me fijo cuando soy un peatón ciego y acelerado, veo las esquinas adornadas en piedra de los edificios, huelo el perfume floral de las balconadas, me detengo a observar los detalles de las fachadas y de las esculturas que adornan mi ciudad, siento en mi piel el tacto de la herrumbre de las antiguas murallas y el frescor del agua de las fuentes. Oigo el sonido de las risas alegres de los niños que juegan en las plazas y en los parques indiferentes a la vida que les espera cuando crezcan y se vean obligados a adquirir responsabilidades. Y poco a poco voy acelerando, las calles y la gente pasan efímeros a mi lado y salgo de la ciudad, volando a velocidad supersónica por encima de bosques esmeralda y dorados cultivos de cereal y veo las largas arterias grises de las carreteras, autopistas y vías ferroviarias, las montañas se abalanzan contra mí pero yo logro esquivarlas con suaves movimientos de mis manos. En ese momento asciendo y me giro, mirando fijamente al cielo azul y a las algodonadas nubes y me acerco, poniendo mi cara cerca de ellas, sintiendo su tacto y su belleza e imaginando caras, animales, objetos y estiro mi mano para tocarlas, para sentir que realmente existen y que no son mera pintura puesta ahí para que los hombres podamos admirar su hermosura.

Más tarde sigo ascendiendo raudo hacia el espacio y observo detenidamente las estrellas, miles de ellas, tan lejanas, tan inalcanzables y a la vez tan prometedoras y se me llena el corazón de alegría y de bienestar. Me vuelvo para ver la gran esfera que es la Tierra, predominantemente azul, pero con todos esos matices de verdes, marrones y blancos y mis ojos comienzan a humedecerse y a llorar. Pero no es tristeza lo que siento, sino amor, un grandioso y desinteresado amor y mi impulso es abrazarla, sentir todo el planeta entre mis cariñosos brazos y empiezo a caer, dando vueltas y tumbos, sin control pero con el corazón henchido de regocijo y satisfacción. Y cuando por fin consigo abrazar la Tierra, esta se va transformando despacio en una figura humana, menuda y frágil, con el pelo ligeramente rojo y los ojos de ese color indefinido, que es verde cuando le da el sol y marrón brillante y alegre cuando me mira directamente a los ojos y me doy cuenta que es ella, mi bella enamorada y yo la abrazo con más fuerza y más afecto aún, pues se que en ella está mi futuro, mi vida y mi salvación y en ese momento me siento contento, feliz y despreocupado porque sé que nada ni nadie puede vaciar mi corazón.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo no es por insistir...pero este sueño me recuerda sospechosamente al último anuncio de zapatillas John Smith....el de la fábula... yo por comentarlo, que a mi ni me va ni me viene

Anónimo dijo...

Pues yo como me en el trabajo un compi ha cogido paperas he soñado que estábamos todos en el colegio y yo llamaba a su madre para preguntarle como estaba.

¡En vez de soñar con el Brad Pitt o el Jonny Deep me pongo a soñar con las paperas! ¡Que vida más triste! ¡Ni en los sueños puedo librarme del trabajo! JA..JA..JA...

Al John Smith ese se lo comió el lobo ¡VIVA EL LOBO! que se comió al pelmazo este que no sabia lo que quería ¡EL LOBO EL CAMPEON!

Animaros el viernes con un poco con musiquita y ¡fuera paranoias! ¡Fiesta, fiesta, fiesta!

http://www.goear.com/listen.php?v=eaac572

Anónimo dijo...

Yo no es por no volar, si hay que volar se vuela...pero volar para nada es tontería...jejeje

Anónimo dijo...

Deja de meterte cosas raras... Ya sabes que no te hacen bien :-P

Er Pi - dijo...

jejejeje debe ser que ceno demasiado fuerte