A quien Dios no le da hijos...

10-06-07

Querido Diario:

No me malinterpretes, adoro a mi sobrino, pero es que a veces me saca de mis casillas. La verdad es que es un niño muy inteligente, y adorable, pero también muy malcriado. Sé que yo tengo parte de culpa, al fin y al cabo paso bastantes horas con él, pero es que muchas veces me supera.

Me agobia llegar a casa del trabajo y encontrármelo berreando, sin causa aparente, solo por llamar la atención. La cuestión es que en mi casa hace lo que le da la gana, porque sabe que en la suya no puede, ya que a mi hermana le importa bien poco que el niño chille o grite o se dé cabezazos con la pared, y el niño lo sabe. Pero en mi casa es diferente. Mi madre no soporta que el niño llore, por lo que al minuto de empezar, ya consigue lo que le apetece. No come, solo bebe zumo, duerme cuando le viene en gana y cuando peor nos viene a nosotros, se encapricha con cualquier cosa y siempre se sale con la suya. Es muy difícil educar a un niño cuando no se está coordinado.

La cuestión es que nosotros mismos no nos hemos planteado las normas que tiene que cumplir la criatura, por lo que él, naturalmente, se aprovecha.

Tengo bastantes años de experiencia con niños, y aunque sé que esto no me va a ayudar cuando tenga el mío propio, por lo menos se un poco a qué atenerme.

Y mientras no me llegue el momento, tendré que entrenar peleándome con mi Sobri.